Escribo esto sin saber el resultado de las elecciones en Estados Unidos. A estas alturas, eso no es lo importante, porque la política en ese país, y más claro la relación de los americanos con su sistema político, ha cambiado para siempre. Desde las elecciones del 2008, cuando Obama llegó a la Presidencia, con un discurso que daba más para charla de motivación (Yes we can!), percibí un fenómeno, que para nosotros en Latinoamérica es moneda común. Estábamos frente a una especie de caudillismo perfumado, eso sí, por la personalidad de Obama. Un tipo muy carismático, inteligente y articulado. Político, al fin, derramó unas cuantas promesas, que luego no cumplió, y ni siquiera se acomodaba en la silla del Salón Oval cuando, por causa de la crisis bancaria, tuvo que hacerle la venia al establisment , y dejar su discurso en el vagón de la campaña. Incluso al final de las primarias demócratas (contra la misma Hillary Clinton), se pudo ver cómo los medios y...
Colección de buenas ideas. Y de las otras también