Llegamos temprano, con las luces encendidas del teatro. Nos ubicamos rápido, y enseguida nos pusimos a buscar, como halcones, a algún conocido entre la multitud. Saludamos con un par que estaban cerca. Otros, en la ahora infame zona de sillas sobre el escenario a ambos lados del piano, recibían instrucciones, muy específicas que obviamente fueron violadas una vez comenzado el show. Primer anuncio. No se permiten fotos con flash. La gente asiente, comentan entre ellos, les parece bien. Siguen llegando personas, muchas de ellas con credenciales de prensa, y cámaras con flashes solamente un poco más pequeños que aquellos del Hollywood de los cincuenta. No escucharon el primer anuncio. Segundo anuncio. No se permiten fotos con flash. Llegan más personas. Se apagan las luces. Sale Fito Paez, no saluda. Nos cuenta que los astros no han sido bondadosos con él, y que la noche pinta mal. Nos pide que tomemos todas las fotos que queramos, pero que, por favor, no usemos flash. Ni...
Colección de buenas ideas. Y de las otras también